En 1893 las calles de Barcelona vibraban con aires de novedad. Las fábricas y talleres, las nuevas calles, los muelles, las tiendas y los cafés, en todas partes se percibía la eclosión de una nueva época. La ciudad estrenaba apresuradamente su condición de metrópolis. Ese ambiente, ese “resoplido incesante de innumerables y poderosas máquinas”, como lo describió un autor de la época, fue el telón de fondo y también el estímulo de la fundación, por parte de Manuel y Antonio Vidal, de la empresa M. y A. Vidal, origen de nuestra actual Vidal & Armadans.
M. y A. Vidal empezó pronto a producir etiquetas para sectores muy diversos, aprovechando el gran desarrollo de la litografía y de técnicas complementarias como el relieve, el estampado y el dorado. Desde el lado estético, tendencias artísticas como el modernismo y el art déco contribuyeron a potenciar la singularidad de las etiquetas.
Con la expansión de la sociedad de consumo en los años veinte y treinta, la imprenta se especializa en el segmento de los licores y vinos, con trabajos muy destacables para clientes como la bodega jerezana Valdespino. En esa época la gestión está en manos del hijo de Manuel, Jaime Vidal, quien se asociará con el grabador Fidel Armadans.
Tras la Guerra Civil y la paulatina recuperación de la actividad, la empresa adopta su nombre actual: Gráficas Vidal & Armadans.
La instalación de la primera máquina offset Oris en 1960 simboliza un salto tecnológico y de negocio para Vidal & Armadans. El camino del progreso sigue en los años siguientes, ya con la tercera generación, personificada en Juan Armadans Benet, quien traslada la empresa a su espacio actual: una funcional planta de producción en el Poblenou.
Desde hace dos décadas, las actividades de Vidal & Armadans se decantan decisivamente por el etiquetaje en bobina. Y siguen poniendo en primer plano la orientación al valor: el acabado de la máxima calidad. Dirigida por la cuarta generación, la empresa acentúa su compromiso con el oficio, el saber hacer y la búsqueda incansable de soluciones óptimas. Vidal & Armadans imprime gran parte de las etiquetas más relevantes del sector del vino en esta época.
Desde una posición de liderazgo en el segmento más cualitativo, la actualidad está definida por la excelencia del servicio. De la imprenta al cliente, pasando por el diseñador gráfico. La colaboración con los creativos es clave para que un buen trabajo de diseño se convierta en una pieza física que realce la botella. Un objetivo que tiene tantos años como nuestra imprenta.