El secreto de una buena marca es representar una historia atractiva y ahí es donde el diseño de etiquetas de vino suele fallar, sostiene Kevin Shaw, fundador de Stranger & Stranger. Para cambiar esto, el sector vitivinícola puede aprender mucho de la industria de los licores, donde se aprecia un mayor “espíritu de aventura”. Y esa aventura, iniciada o sugerida en el packaging, es lo que añade valor al producto.
Las etiquetas de este excepcional proyecto para Arconvert pueden considerarse puertas de entrada a narraciones tan ignotas como sugerentes. Apoyadas en un diseño y un acabado de impresión arrolladores, son las primeras páginas de una madeja argumental pensada para que sea el consumidor quien la desenrede, fantasee y disfrute.
¿En qué consiste la colección? Arconvert Spirits & Liquors Label Collection es una serie de etiquetas de ficción, una muestra de diferentes aplicaciones técnicas y, sobre todo, una gran fuente inspiración para diseñadores gráficos. Antes de que Arconvert nos propusiera el proyecto, ya habíamos desarrollado una serie de conceptos para packaging de licores con nuestra propia marca, Stranger & Stranger, así que pensamos que sería ideal trabajarlos sobre estos papeles, probando diferentes acabados en imprenta.
¿Qué relación establecisteis con el cliente, la empresa papelera Arconvert, y con Vidal & Armadans? Fue una experiencia extraordinaria. El equipo de Arconvert se mostró absolutamente abierto a nuestras ideas y respecto a Vidal & Armadans podemos decir con seguridad que es una de las mejores y más atentas imprentas con las que hemos trabajado. Una imprenta boutique cuyo cuidado del detalle es insuperable. ¡Nunca antes habíamos presenciado en vivo el relleno a mano de las planchas de grabado para obtener el resultado más perfecto posible!
¿Qué diferencia hay entre el diseño de etiquetas de vino y el diseño para licores? Es una cuestión de complejidad y profundidad narrativa. Por lo general, hay mucha más estrategia y planificación en los trabajos para espirituosos y licores. Y por otra parte, un desarrollo argumental más trabajado, capaz por tanto de posicionar mejor el producto e incrementar sus ventas.
¿Hacia dónde se dirige el diseño de etiquetas? El objetivo de cualquier cliente es, por supuesto, conseguir que la gente coja la botella del estante y la compre. Esa también debe ser la meta para el diseñador. Nosotros tratamos de innovar todo el tiempo y nuestra obsesión es que la innovación funcione. Y no se trata solo de la etiqueta, sino de todo el packaging y, por encima de todo, de la fuerza narrativa del concepto.